Nuestras pertenencias nos han costado esfuerzo conseguirlas, en esa medida siempre es bueno tenerlas aseguradas. Así en lo primero que se piensa es en el seguro del carro. Está bien. ¿Y qué pasa con la casa o departamento donde vivimos? ¿Y qué pasa con nuestro negocio? Si perdemos algo de eso (o todo), ¿cómo hacemos para recuperarlo?
Ahí entran los seguros generales, como incendio, robo, equipo electrónico, vehículos, transporte, etc.